miércoles, 13 de marzo de 2013

Insomnio



Las respiraciones sincronizadas como si fueran una orquesta que cada vez se acelera más y más, un aire caliente que recorre los mínimos espacios que dejamos entre tu cuerpo y el mío, un calor que insoportablemente agradable que estaría dispuesto a soportar por un largo tiempo si es que no es para siempre. Un silencio desgarradoramente agradable mientras la sinfónica empieza a cerrar su espectáculo. Me siento esperando algo que no sé que es y empiezas a buscar mi piel encontrando mi espalda, que agradable se vuelve todo. Quizás el insomnio se vuelve más agradable en tu compañía.