miércoles, 13 de marzo de 2013

Putrefacto.


Podemos estar el resto de nuestras vidas con la certeza de la existencia de alguien pero sin siquiera nombrarlo en nuestras mentes pero todo cambia tan fácilmente cuando sabes de la muerte de esa persona. Somos un libro de nombres y recuerdos pero con letras que se vuelven borrosas con el tiempo y solo son repasados con el olor a carne muerta que puede expedir un cadáver.

Que profano es desenterrar pedazos de mi pasado que pensé que nunca tendría que sacar por ninguna circunstancia pero mírenme ahora, lo hago por el simple placer de enfrentarme a mi pasado y saber que hoy soy capaz de vencerlo